Pero es más que posible que no todo vaya a ser un camino de rosas. El movimiento sindical haría bien en no rebajar ni un ápice su tensión para llegar a acuerdos en las mesas.
Y de recordárnoslo ya se encarga bien la propia patronal. El pasado día 18 de diciembre, el presidente de la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), se desmelenó en rueda de prensa ante los medios de comunicación, con unas declaraciones muy alejadas del tono mesurado y dialogante que suele utilizar Jesús Morte.
El jefe de la patronal aragonesa se suma a un tono victimista (más empresario que nunca, decía un comentarista económico local), diciendo que la parte realmente olvidada de la crisis son, nada más y nada menos, que los empresarios. Auténticos sufridores, ellos, de la crisis.
Calificaba de orgía de gasto público insostenible, los recursos destinados al capítulo uno (gastos de personal) en los presupuestos del Gobierno de Aragón.
Concluía reclamando bajo ese eufemismo de “modernización del mercado laboral” (siempre queda bien eso de la modernización), concepto que explicado no contiene sino la viejísima reivindicación empresarial de poder despedir con menos trabas (todavía) y más barato (a ser posible gratis).

El discurso patronal adquiere mayor gravedad, cuando evidencia la pretensión de disputar recursos públicos, restándolos de gastos de personal de las administraciones. Callando, eso sí, que estos van a parar fundamentalmente al estado de bienestar; educación, sanidad, prestaciones sociales…. No puede calificarse precisamente de moderno el empeño de algunos empresarios, al que algunos sectores políticos no hacen ascos, de desmontar un sistema público de bienestar social, todavía incipiente y que tantos años y sacrificios ha costado construir. Nada de novedoso hay en pretender externalizar y privatizar servicios públicos, convirtiéndolos en apetitosos negocios para unos pocos, lo que debe ser un precioso bien para todos. Y para eso se argumenta la necesidad de reducir gasto en personal. ¿Por qué no se habla desde la patronal con más claridad, para que todo el mundo pueda entenderles? Digan ustedes, no se corten, que su único afán es transferir recursos públicos, y salariales, a sus cuentas de resultados, salvando sus beneficios, no a costa de una buena gestión empresarial, sino a costillas de los demás. Y si no es así, que aclaren de qué demonios están hablando.

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