miércoles

Sistema de Atención a la Dependencia; una oportunidad para el empleo.


Según un estudio sobre la implantación del Sistema de Atención a la Dependencia de la C.S. de CCOO, en poco más de un año, en el sector vinculado a los Servicios Sociales, se han generado 68.000 empleos nuevos. En los últimos 13 años, este sector, que incluye la atención a la dependencia, es uno de los que ha experimentado más crecimiento en empleo; se estima en más de un 200%.

Estos datos ponen de manifiesto la potencialidad de generar empleo que tiene el Sistema de Atención a la dependencia si tiene un desarrollo adecuado. También pone en evidencia el empleo que se está dejando de crear, por la enorme repercusión que está teniendo la sobredimensión de las prestaciones económicas, con relación a la prestación de servicios. Para equilibrar esta relación a favor de prestación de servicios, con creación de empleo, hace falta un mayor esfuerzo inversor en la construcción de equipamientos sociales públicos, que permitan ampliar el catálogo de servicios y permitir a medio plazo la universalidad real de la cobertura.

Pero los datos no nos hablar tan sólo de incremento del empleo y de sus posibilidades. También nos hablan de precariedad. El sector de los servicios sociales acumula una temporalidad cercana al 33% y un 20% de las personas que trabajan en el, lo hacen a tiempo parcial. Si dentro de este sector analizamos el de ayuda a domicilio, los datos empeoran; la temporalidad alcanza el 42%, y el trabajo a tiempo parcial sube hasta el 36%. Tiempo parcial que nos tememos no siempre, ni mucho menos, es una opción elegida por la persona trabajadora.

En salarios, el sector envidia a los “mileuristas”. Los salarios medios brutos están en los 12.000 € brutos anuales. Sin comentarios.

Las pésimas condiciones laborales en el sector, algo tienen que ver con el proceso privatizador y desregulador del que ha sido objeto el sector público de servicios sociales. El 77% del empleo de estos servicios públicos, se presta en empresas privadas, en actividades propias de las administraciones públicas que, con el pretexto de un más que cuestionable criterio de rentabilidad económica y optimización de recursos, se han dedicado a externalizar con auténtico fervor. Así se desvinculan y no se sienten responsables de la baja calidad del empleo y, en ocasiones, ni tan siquiera de la calidad de la prestación.

El sector de la dependencia, ofrece magníficas oportunidades para generar empleo y dinamizar la economía con inversiones públicas. Debe darlas también para apostar por la cualificación de las personas trabajadoras del sector y por la dignificación de su empleo. Todo ello estará en relación directa con la calidad del servicio. Pero para eso hace falta un compromiso presupuestario serio de las administraciones central, autonómica y local. Claro que, como en todas las propuestas sindicales en esta crisis, tiene que ver con niveles tolerables de déficits presupuestarios y, sobre todo, con políticas fiscales. Pero eso, aun siendo harina del mismo costal, ya no cabe en este artículo.

1 comentario:

  1. La critica al sector privado en la prestanción de servicios es un poco simplista. Obvia que la propia Ley de de Dependencia recoge la colaboración público-privada, además de la incapacidad de las AAPP para asegurar la prestación de tan amplia red de servicios de manera pública y la ruina que suponen muchos de servicios para la iniciativa privada, dados los bajos precios públicos que existen.
    un saludo

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