Sin un horizonte de salida a la crisis, con restricciones en el crédito, sin inversiones empresariales, con el consumo de las familias bajo mínimos, recortar la inversión y el gasto social público es un suicidio económico. Es totalmente incompatible con la reactivación económica, con el sostenimiento y creación de empleo. Tiene el efecto contrario.
La lógica de los recortes tiene su traducción en una importante disminución de las inversiones para Aragón en obras públicas, que además de ralentizar el desarrollo económico de esta Comunidad Autónoma, llevará al desempleo a miles de personas. No parece muy creíble que todos aquellos que practican y apoyan la reducción del gasto público, e incluso lo estiman insuficiente, ahora parezcan escandalizados por sus consecuencias. La lógica de sus demandas llevaría a una mayor contundencia en los recortes por parte del gobierno central. Sería deseable un mayor grado de coherencia por parte de los sectores políticos que pretenden estar en misa y repicando. Leer más
Tacho emigrando a Zaragoza.
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Tacho era un tipo normal. No destacaba especialmente en nada. Tenía sus
rarezas, eso si; pero más o menos como todo el mundo. Sin grandes filias ni
grandes...